Seme eterna, madre mía.



Me gustaría hablar un poco acerca de mi mamá y la relación que tengo con ella. Su nombre es María Elizabeth Suárez González, es una mujer muy fuerte, inteligente, reservada, respetuosa, valiente y trabajadora. Desde joven se percató que su vocación era ser maestra y laboró gran parte de su vida en esa profesión, además fue directora de varios jardines de niños de la zona, actualmente se encuentra jubilada y disfruta pasar tiempo en casa. Mi mamá es una mujer que cumple lo que se propone, siempre lucha por alcanzar sus metas sin importar lo difícil que le resulte, creo firmemente que esa es una de las cualidades que más admiro de ella.

Únicamente le quitó 2 letras a su nombre, y, además, tenemos los mismos apellidos. Elizabeth es madre soltera, uno de sus sueños más deseados era convertirse en mamá, ella me cuenta que una de las mejores noticias que ha recibido en toda su vida fue enterarse que estaba embarazada, fui una bebé muy esperada, buscada y deseada, tanto por ella, como por sus amistades y miembros de la familia, todos me conocían como la niña de los ojos grandes y azules.

Desde pequeña, mi mamá siempre buscó lo mejor para mí, me dio todo lo que necesitaba, incluso me atrevo a decir que me dio cosas de más, tomando en cuenta ese factor, y añadiendo que soy hija única, me volví bastante consentida y eso ocasionó un par de problemas cuando crecí y entré a la pubertad. Ella también me cuidó muchísimo, algunas veces hasta me sobreprotegió, en realidad, es algo que sigue haciendo y es una de las principales razones por las que tenemos diferencias en nuestro día a día. Hubo una época en la que la relación con mi mamá no era muy buena, pero gracias a Dios, eso mejoró, y puedo decir que hoy en día, nos entendemos mejor.

Sin duda alguna, mi mamá es mi ejemplo a seguir, algún día quiero convertirme en la gran mujer que ella es, espero la vida me la preste muchos años, para poderle regresar un poco de lo mucho que me ha dado, otro de mis propósitos es que ella se encuentre orgullosa de mí. Definitivamente, mi mamá es uno de mis principales motores, ya que siempre ha estado a mi lado, ella es la persona que aplaude mis logros, seca mis lágrimas cuando me siento sin ánimos, y también es quien me regaña cuando es necesario. Sé que mientras se encuentre en sus posibilidades, nunca me dejará sola.

Seme eterna, madre mía, te amo. 
 

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