Torón.



Héctor López fue mi compañero durante gran parte de mi infancia, cuando éramos pequeños lo visitaba en su casa y pasábamos toda la tarde juntos, normalmente con juegos que a él le gustaban. Desde chiquito, Héctor era muy valiente, tenía un patín del diablo y le encantaba salir a dar una vuelta en la privada en la que vivía, algunas veces llevaba mi bicicleta y nos divertíamos por horas. Recuerdo que en una ocasión me prestó su patín del diablo y debido a mi tamaño, lo rompí, Héctor se molestó conmigo y me sentí muy triste, mi mamá lo mando a componer inmediatamente.

Cabe mencionar que mi primo es muy inteligente, desde que comenzó a entender los juegos de mesa, ideaba estrategias para ganar en Turista, Rummy y más tarde en las cartas, teniendo como principal oponente a mi tío Héctor, quien es su papá. De igual manera, es fan de competir con mi Nina en el juego llamado basta, muchas veces “discutían” respecto a si las palabras eran válidas o no. Otra cualidad de Héctor es que le gusta defender sus ideas y cuestionar respetuosamente el pensar de los demás, debido a que siempre pone como prioridad su lógica.

Siempre ha tenido bien claros sus objetivos, desde corta edad descubrió su pasión por la música, tocaba trompeta en una marching band, más adelante decidió tomarse más en serio ese tema y luchó por un lugar en el Instituto Superior de Música del Estado de Veracruz, lugar en donde dedicó muchas de sus tardes para perfeccionar su técnica. Años después tomó la decisión de cambiar un poco su rumbo, y decidió ser integrante de una banda musical, esto sirvió para que Héctor creara su propia banda de norteño, proyecto en el destina mucho empeño y responsabilidad, con el paso de los años, Grupo La Embriagante ha ido creciendo y dándose a conocer cada vez más gracias a su arduo trabajo y talento.

Héctor tiene siempre presente a su familia y a sus amigos, la lealtad es una de sus principales cualidades. Estoy segura de que llegará muy lejos y cumplirá todo lo que se proponga ya que tiene las herramientas y el potencial para conseguirlo, así como el carisma y seguridad para ganarse el cariño de las personas que lo rodean. Sabe que siempre podrá contar conmigo y que estaré ahí para aplaudir sus logros.

Feliz cumpleaños, Héctor López. Te quiero mucho, primo. Te seguiré pidiendo “Fuerte no soy” por los siglos de los siglos.

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