Torón.
Héctor López fue mi compañero
durante gran parte de mi infancia, cuando éramos pequeños lo visitaba en su
casa y pasábamos toda la tarde juntos, normalmente con juegos que a él le
gustaban. Desde chiquito, Héctor era muy valiente, tenía un patín del diablo y
le encantaba salir a dar una vuelta en la privada en la que vivía, algunas
veces llevaba mi bicicleta y nos divertíamos por horas. Recuerdo que en una
ocasión me prestó su patín del diablo y debido a mi tamaño, lo rompí, Héctor se
molestó conmigo y me sentí muy triste, mi mamá lo mando a componer inmediatamente.
Cabe mencionar que mi primo es
muy inteligente, desde que comenzó a entender los juegos de mesa, ideaba
estrategias para ganar en Turista, Rummy y más tarde en las cartas, teniendo
como principal oponente a mi tío Héctor, quien es su papá. De igual manera, es
fan de competir con mi Nina en el juego llamado basta, muchas veces “discutían”
respecto a si las palabras eran válidas o no. Otra cualidad de Héctor es que le
gusta defender sus ideas y cuestionar respetuosamente el pensar de los demás, debido
a que siempre pone como prioridad su lógica.
Héctor tiene siempre presente
a su familia y a sus amigos, la lealtad es una de sus principales cualidades. Estoy
segura de que llegará muy lejos y cumplirá todo lo que se proponga ya que tiene
las herramientas y el potencial para conseguirlo, así como el carisma y
seguridad para ganarse el cariño de las personas que lo rodean. Sabe que
siempre podrá contar conmigo y que estaré ahí para aplaudir sus logros.
Feliz cumpleaños, Héctor López.
Te quiero mucho, primo. Te seguiré pidiendo “Fuerte no soy” por los siglos de
los siglos.
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