Única entre primos.



Mi familia es un poco pequeña, y únicamente conviví con niños durante toda mi infancia, cabe mencionar que durante mucho tiempo fuimos sólo 4 primos, Luis y Héctor, quienes son hermanos; Víctor y yo.

Luis es el más grande de todos, nació en 1995 y es mayor que yo por 3 años, cuando éramos pequeños nos reuníamos algunos fines de semana y disfrutábamos jugar juntos en casa de mi Tita Ana, un par de veces nuestros papás nos llevaron al Africam Safari en Puebla, y también conocimos La ciudad de los niños y el zoológico de Chapultepec. Recuerdo que nos encantaba pasar los fines de semana en una alberca portátil que mis tíos instalaban en su patio, y el plan favorito de vacaciones era ir al hotel de chachalacas a despejarnos un poco y disfrutar un rato en la playa.

Víctor, nació en 1999 y es un año menos que yo, cuando íbamos en el kínder uno de nuestros hobbies era salir a andar en triciclo y bicicleta en la privada de su casa, recuerdo que siempre intentaba alcanzarlo y nunca podía porque me daba miedo la velocidad. Cuando crecimos, el amaba pasar el rato con sus video juegos y muchas veces sólo le hacía compañía puesto que yo no sabía cómo utilizar los controles del PlayStation o del Xbox, y, las ocasiones en las que me dejaba ser parte de su equipo, perdía a los pocos minutos puesto que era muy mala jugadora.  

Héctor es el más pequeño, nació en 2001 y es menor que yo por 3 años, cuando éramos pequeños lo visitaba frecuentemente en su casa y pasábamos toda la tarde viendo caricaturas como LazyTown, The Backyardigans y Art Attack, él se sabía todas las canciones de los diferentes episodios, siempre ha tenido muy buena memoria. Cuando íbamos en la primaria, conviví aún más tiempo con él puesto que mi mamá tuvo que trabajar un par de años por las tardes y mi tía era quien me cuidaba al salir de la escuela.

Cuando todos los primos nos reuníamos, pasábamos un rato agradable, pero recuerdo que les gustaba hacerme travesuras y muchas veces me hacían repelar escondiéndome cosas, o ideando juegos de varones que yo no entendía, algunas ocasiones terminaba llorando o haciendo berrinche porque quería que me incluyeran en sus actividades. A pesar de todo, tuvimos una infancia muy bonita y tengo bellos recuerdos con cada uno de ellos.

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