Torón.
Héctor López fue mi compañero durante gran parte de mi infancia, cuando éramos pequeños lo visitaba en su casa y pasábamos toda la tarde juntos, normalmente con juegos que a él le gustaban. Desde chiquito, Héctor era muy valiente, tenía un patín del diablo y le encantaba salir a dar una vuelta en la privada en la que vivía, algunas veces llevaba mi bicicleta y nos divertíamos por horas. Recuerdo que en una ocasión me prestó su patín del diablo y debido a mi tamaño, lo rompí, Héctor se molestó conmigo y me sentí muy triste, mi mamá lo mando a componer inmediatamente. Cabe mencionar que mi primo es muy inteligente, desde que comenzó a entender los juegos de mesa, ideaba estrategias para ganar en Turista, Rummy y más tarde en las cartas, teniendo como principal oponente a mi tío Héctor , quien es su papá. De igual manera, es fan de competir con mi Nina en el juego llamado basta, muchas veces “discutían” respecto a si las palabras eran válidas o no. Otra cualidad de Héctor es que le gus